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1. Creemos en la inspiración divina y la total fiabilidad de las Santas Escrituras, tal y como nos han sido dadas, y su autoridad suprema en todos los asuntos de fe y conducta.Creemos que a través de la Biblia podemos saber cómo relacionarnos correctamente con Dios, honrarlo en nuestras relaciones interpersonales y gobernar bien el mundo en el que vivimos.
    

2. Creemos que solo hay un Dios vivo y verdadero, que existe eternamente en tres personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Son iguales en esencia, pero distintos en sus roles y dignos de nuestra adoración y obediencia.
    

3. Creemos en la soberanía de Dios en la creación, revelación, redención y juicio final.
    

4. Creemos que la humanidad es preciosa para Dios, ya que fue creada hombre y mujer a Su imagen, para reflejar la diversidad y unidad de la Divinidad.
    

5. Creemos que el matrimonio es la expresión ordenada por Dios de la unión voluntaria, de una sola carne y para toda la vida entre un hombre y una mujer. Dicha unión es un regalo de Dios y es el único contexto en el que el hombre y la mujer están llamados a la intimidad sexual, a ser fructíferos y multiplicarse.
    

6. Creemos que, al ser hechos a la imagen de Dios, hemos sido diseñados para trabajar mostrando al mundo la gloria de Dios. Creemos que nuestra vocación es hacer todo para la gloria de Dios y para el bien de nuestro prójimo y, por lo tanto, no hay separación entre lo sagrado y lo secular, sino que, tanto en los ministerios eclesiásticos como en las múltiples profesiones o trabajos, debemos hacer todo con excelencia.
    

7. Creemos en la pecaminosidad y la culpa de todos los seres humanos desde la caída de Adán, cuyas consecuencias son la ira y condenación divinas.
    

8. Creemos en la redención de la culpa, pena, dominio y corrupción del pecado únicamente a través de la muerte expiatoria (como nuestro representante y sustituto) del Señor Jesucristo, el Hijo de Dios encarnado.
    

9. Creemos en la resurrección corporal del Señor Jesucristo de entre los muertos y su ascensión a la diestra de Dios el Padre, exaltado como Señor, sobre todo.
    

10. Creemos en la presencia y el poder del Espíritu Santo en la obra de la regeneración.
     

11. Creemos en la justificación de cualquier pecador, solamente por la gracia de Dios, solo a través de la fe.
     

12. Creemos en la morada y la obra del Espíritu Santo en el creyente.
     

13. Creemos en una única y santa iglesia universal que es el cuerpo de Cristo, a la que pertenecen todos los verdaderos creyentes. También afirmamos la importancia de la iglesia local, que es una expresión visible del cuerpo de Cristo, reunida para la adoración, el compañerismo, el discipulado y la proclamación del Evangelio. Ministerios paraeclesiásticos, como “Año Puente”, buscan apoyar (pero no reemplazar) el trabajo de las iglesias locales de desarrollar discípulos maduros de Cristo.
     

14. Creemos en la firme esperanza del regreso personal y visible del Señor Jesucristo.